jueves, 5 de abril de 2007

Mesaje de Abril del 2007 - William B. Boyd


Estimados compañeros rotarios:
El término “medio ambiente” evoca diferentes pensamientos en cada uno de nosotros. A algunos nos transmite imágenes de parques y bosques, océanos y montañas; a otros, verdes planicies y vida silvestre. Cuando consideramos los desafíos que plantea el medio ambiente, es posible que pensemos en los sistemas de reciclaje o de ahorro de energía eléctrica, el destino de los desperdicios industriales o los cambios climatológicos. Tendemos a pensar en asuntos que nos superan a nivel individual y, por lo tanto, pueden llegar a parecernos demasiado abstractos.
Sin embargo, para cada uno de nosotros, el medio ambiente significa, en términos literales, lo que nos rodea: el aire que respiramos, el agua que bebemos, la tierra que pisamos. Nuestro medio ambiente es nuestra vivienda, nuestro jardín, la calle en que vivimos, nuestra comunidad, nuestro país y, en definitiva, nuestro planeta. El grado de pureza del agua que corre a muchos kilómetros de distancia puede afectar la calidad del agua que llega a nuestros hogares. La contaminación del aire en una ciudad distante repercute en el aire que respiran nuestros pulmones. Los gases que expelen los vehículos, chimeneas y plantas hidroeléctricas afectan no sólo a nuestras familias, sino a las familias de todo el mundo, tanto las de hoy como las de futuras generaciones.
Los problemas del medio ambiente no se circunscriben al ámbito local, sino que abarcan todo el planeta. Un río plagado de desperdicios daña directamente la salud de aquellos que beben el agua proveniente de sus napas, pero también repercute negativamente en todo el ecosistema. Una ciudad densamente contaminada no sólo daña la salud de sus habitantes sino la de los residentes de ciudades a cientos de kilómetros a la redonda. A medida que nos informamos más y entendemos mejor los cambios relacionados con el clima, más conciencia tomamos de que no existen las decisiones locales. Todas nuestras acciones repercuten en los demás.
Al considerar lo que estamos dispuestos a hacer y cambiar para subsanar un problema medioambiental, debemos tener presente que nuestras decisiones no nos afectan sólo a nosotros.
Rotary nos ha demostrado que una persona puede lograr cambios positivos, premisa que observamos en nuestros clubes y distritos, y especialmente en los proyectos de PolioPlus. Cuando prestamos servicio en proyectos pequeños a través de los cuales ayudamos a unas pocas personas, nos resulta difícil darnos cuenta de que estamos ayudando a cambiar el mundo. No es fácil ver que al reciclar un periódico o un envase de plástico, caminar en lugar de conducir, o ahorrar en el consumo de agua, contribuimos a un futuro mejor y más sano. Pero si somos muchos los que realizamos estos pequeños cambios, ejerceremos una enorme influencia en el mundo que legaremos a nuestros hijos y nietos.
Como rotarios, sabemos que estos pequeños cambios que realicemos a título individual pueden contribuir a la cristalización de un cambio de mayor magnitud. Las decisiones que tomamos pueden parecer minúsculas, pero no lo son. En calidad de líderes de sus respectivas comunidades, ustedes ayudan a que Señalemos el Rumbo hacia un futuro mejor. Respecto a nuestra responsabilidad en la preservación del medio ambiente, como en otros campos, los rotarios debemos liderar con el ejemplo, eligiendo el rumbo que nos conducirá a un futuro más sano.
William B. Boyd
Presidente de Rotary International2006 - 2007

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